
Dos de las principales conclusiones que se han podido extraer del encuentro han sido, por un lado, las dificultades laborales y personales a las que se enfrentan las y los empleados públicos a la hora de denunciar y hacer públicas las corruptelas que hay en la administración de lo que es de todos, y la opacidad con la que desde los altos cargos, no tan altos cargos y cargos políticos, se trata de ocultar la corrupción que invade los pasillos y los despachos de instituciones públicas, sobre todo en regiones donde no hay alternancia política y se suceden legislaturas ganadas con mayorías absolutas.
Por otro lado, la otra conclusión a la que han podido llegar los asistentes es la constatación de la vulnerabilidad de las personas que denuncian este tipo de casos si no se respeta su anonimato, y el bloqueo por parte de la mayoría de los medios de comunicación, que en clara connivencia con los poderes políticos, impiden que las denuncias salgan a la luz y lleguen a la opinión pública (entre otros motivos, porque la publicidad institucional es, en la mayoría de los casos, la fuente de ingresos fundamental de estos).
Garrido sostiene que respecto a hace un lustro «estamos igual en que no hay una desvinculación entre el poder jurídico y el político», pero cree que «las cosas han cambiado en cuanto a la conciencia del ciudadano a la hora de denunciar». La creación de plataformas ciudadanas sirve para preservar en mayor medida el anonimato de los denunciantes (algo que no se respetó en su caso) y por eso animó a empleados públicos y al resto de ciudadanos a que denuncien los casos que conozca «porque su conciencia va a mejorar por limpiar esta lacra».
Documentos: Charla del Movimiento VIERNES NEGRO de empleados públicos de la Junta de Castilla y León en Burgos y Resumen actuaciones Movimiento VIERNES NEGRO de Burgos.
Podéis completar esta información en Burgos Digital, BurgosConecta.es y en la página 27 de la publicación del 18/1/2015 del Diario de Burgos.