Es necesario controlar el coronavirus, pero sin olvidar que existen también otras dolencias que no estamos diagnosticando ni tratando a tiempo. Y algunas son enfermedades con un alto índice de mortalidad entre la población.
Un tercio de los fallecimientos en este periodo de crisis por el coronavirus han sido por atención sanitaria deficiente o directamente por desatención. Desde marzo hasta julio de este nefasto año, parece que solo existía Covid19, el resto de afecciones desaparecieron como un plumazo. Ya no había ictus, enfermedades cardiovasculares o cáncer, por poner tres ejemplos de enfermedades graves que prácticamente se han abandonado, con desastrosas consecuencias.
¿Por qué el estamento médico no se ha pronunciado sobre el incumplimiento de su código deontológico que dice que el primer contacto con el enfermo tiene que ser con presencia física? Salvo honrosas excepciones, la mayoría se han callado y los centros de salud han impedido el acceso de los pacientes. Todo se hacía por teléfono. Ante esta situación, la Plataforma en Defensa de lo Público (PLADEPU) solicita la revisión inmediata de los protocolos de acceso a la atención presencial porque dicha decisión administrativa y política está costando vidas, así como la incorporación inmediata de más personal sanitario para afrontar las necesidades sanitarias reales que demanda la población, más allá del virus.
El objetivo de todo médico es intentar curar y si no le dejan, expresarlo a los cuatro vientos, por dignidad. Se echa en falta la voz del estamento médico alertando sobre estos hechos. Ellos son los primeros que deberían denunciar a quienes les impidieron ejercer la medicina. En todos esos casos hay responsables y el silencio es cómplice. El resultado de esta gravísima dejación de funciones sanitarias está siendo agravamientos, cronificaciones e incluso la muerte de pacientes.
Los siguientes ejemplos son solo la punta del iceberg, pero desgraciadamente hay muchos más:
- Fallece de un cáncer con metástasis una palentina de 54 años, tras 6 meses esperando una cita presencial.
- Sacyl oculta el historial de una mujer medicada por teléfono por «vómitos» que murió de cáncer.
- Fallece de cáncer sin lograr una sola cita presencial con su médico.
- Cuando una vida joven se acaba en seis meses.
- Un niño de ocho años muere de peritonitis en Alicante tras acudir cinco veces a urgencias y no recibir apenas tratamiento.
Hay una peticion para firmar en change.org solicitando que se tomen medidas para que los diagnósticos se den a tiempo.